sábado, 28 de junio de 2014

Hoy, te extraño

Los vasos vacíos están llenos de tristeza; hoy, te extraño. Y todo aquí en mi habitación grita tu nombre, hoy nos acompaña la soledad, el temor y el remordimiento de las promesas que no quiero cumplir. La ausencia llena el ambiente, tus ojos llenan mi memoria; hoy, te extraño. 

Hoy, te extraño y también me extraño a mi. Extraño mi sonrisa de viernes por la mañana, extraño mis lagrimas caídas y el brillo de mis ojos. Extraño nuestros momentos a solas, extraño las noches largas que pasamos esperando la luna llena.

Los monstruos de hoy se hicieron más oscuros con las lagrimas. 
La realidad ya estaba descuidada.

Te escribo 5 minutos antes de ir a buscar lo que no encontraré.
Este es el espacio vació en el que habito hoy.
Olvidaste dejar la puerta abierta, olvidaste cambiar la cerradura de mis demonios. Olvidaste que para cerrar una puerta hay que abrir una nueva y no dejar a alguien esperando en el pasillo.



Hoy, más que nada, te extraño. 

domingo, 6 de abril de 2014

Noches de tristeza.

Está Santiago Moreno cantándome al oído, hoy no cuesta tanto recordar lo que pasó esta semana.

-¿Qué es dolor? ¿Qué es perder? y ¿Qué es amar?


Hoy salió el sol, brilló, como su mirada en la oscuridad. Como las gotas de la lluvia que no veré caer.

sábado, 5 de abril de 2014

Obsesionario.

Ha vuelto él y me he ido yo. Una vez más. Como llego abril, llego el frío.

Volvió. Y regreso mi felicidad a medias, mis sabanas mojadas con lágrimas y mis pedazos en su mano.
Un obsesionario es un conjunto de relatos cargados de nostalgia y pena y poca gloria.

Un obsesionario como el mio es peligroso de leer, suena encantador, es delicioso disfrutar con tantos sucesos desafortunados. Es como abril, aún es verano y las noches son frías, los días pasan rápido y las noches pasan lento. Las nostalgia es un efecto permanente, el extrañar, el llorar y el reirse de uno mismo. Es un calendario que se repite, un sábado en febrero, el dominó que hace caer las piezas. Es despertar cada día con la resaca emocional, con nauseas y ganas de llorar. Las lágrimas, el duelo, y tantas veces "te juro que es la última vez". La nostalgia es un vacío que no se llena, es el vaso medio lleno de tristeza.


Un obsesionario es una historia de duelo y olvido, de olvido de uno mismo (claro está) y de apabullantes horas que no cambian de propósito.

Un obsesionario es una tragicomedia llena de batallas y de flores marchitas, de nuncas que terminan dichos como siempres, de lunes peores que los de los demás, de domingos sin razón.



Un obsesionario es, sin duda, mi libro favorito.



-¿Qué es mejor? ¿ El dolor o el olvido?





viernes, 4 de abril de 2014

#NoDejenQueVuelvaAEscribir.

Obsesionario apareció por que necesito expresar, otra vez, lo que me pasa. Pero pedí de manera muy especial a mis amigos que no lo permitieran. Pero, una vez más, nadie me hacer caso. Y HE VUELTO.